Tras el sacudón para el Gobierno, luego de confirmarse los retrasos en la entrega de los alimentos retenidos de manera indebida en galpones dependientes del Ministerio de Capital Humano, los coletazos se multiplican y parecen no tener fin. A esto se le suma que la titular de la cartera, Sandra Pettovello, está envuelta en otro escándalo que tendrá su episodio judicial en las próximas horas.

Tanto el presidente Javier Milei, como su ministra predilecta buscan desligarse de cualquier vinculación con dos temas que en los últimos días los salpican directamente y pueden afectarlos ante la opinión pública.  

Después de conocerse las intimaciones de la Justicia para buscar explicaciones de por qué no se entregaban las 6 mil toneladas de alimentos amontonados en los galpones de Villa Martelli y de Tafí del Valle y cómo estaba prevista la logística de entrega, la cartera tuvo que informar que había alimentos caducos que no habían sido repartidos. Este fin de semana dos juzgados dispusieron órdenes de presentación con allanamiento en subsidio para inspeccionar ambos establecimientos.

Lo que dejó el escándalo de los alimentos: El aliado clave que pierde Milei en el Conurbano

El segundo reflejo de Pettovello, de forma inmediata, fue buscar chivos expiatorios. Ahí entró el ahora exsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De la Torre. Se trata de la cara principal de esos “funcionarios y empleados responsables que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control de permanente de stock y de vencimiento de mercadería”, como afirma el comunicado de la cartera una vez admitido el escándalo.

Pero lo que terminó eyectando al ahora exfuncionario fue la investigación interna en la cartera ministerial por sospechas en torno al sistema de contrataciones de personal en el área a su cargo, lo que derivó en una denuncia.

En el círculo de Pettovello le endilgan a De la Torre la responsabilidad por la presunta existencia de un sistema de recaudación política ilegal montado en torno a contratos firmados con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI)Este lunes se sorteará la causa contra el médico pediatra en el fuero federal.

“Tengo la conciencia y las manos limpias. Me enorgullece haber dado junto a la ministra Petovello la batalla contra los gerentes de la pobreza", destacó en sus redes De la Torre, que llamativamente quita del medio de las acusaciones a su exjefa.

Lo que dejó el escándalo de los alimentos: El aliado clave que pierde Milei en el Conurbano

LOS DE LA TORRE Y LA FRACTURA DEL GOBIERNO CON ALIADOS DE PESO

La bronca que por el momento contiene Pablo De la Torre y expresa públicamente a cuentagotas es compartida por su hermano, Joaquín, senador bonaerense por La Libertad Avanza (LLA) que por estas horas hace volar por los aires la alianza “libertaria”.

En el entorno de los hermanos afirman que nada de lo que pasaba en el ministerio de Capital Humano se hacía a espaldas de Pettovello, y le transfieren la responsabilidad porque, presuntamente, estaba informada de todo.

Como contraataque, desde la cartera plantean que había “150 ñoquis nombrados por los hermanos De la Torre”. Señalan que la Secretaría de la Niñez tenía su propio sistema de Servicios Administrativos Financieros (SAF). 

Sos mi hermano menor pero siempre fuiste mi ejemplo. De fe en Dios. De amor por la Patria. De amor por tu familia. Gracias por tu laburo enorme”, expresó el Joaquín en su cuenta de X.

X de Joaquín de la Torre

La decisión del Gobierno ir a fondo contra los De la Torre los pone en una encrucijada en vistas a sus aspiraciones electorales en un territorio como el Conurbano bonaerense, en el que hay mayor hostilidad contra la propuesta política “libertaria”. Es por eso que perder la alianza con un “barón” no es gratis.

Joaquín, al igual que Pablo, proviene del ala católica del peronismo conservador la zona norte del conurbano. El exintendente de San Miguel entre 2007 y 2015 formó parte de la estructura oficial del justicialismo bonaerense hasta que decidió sumarse al Frente Renovador de Sergio Massa, al que le dio su apoyo en las elecciones legislativas que el tigrense ganó en 2013.

Con un perfil duro y provocativo, se pasó a las filas del PRO en la provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal, de quien fue su ministro de Producción y de Gobierno. Terminada esa experiencia de gestión decidió reivindicar su filiación peronista original y se sumó al espacio de Peronismo Republicano que encabeza Miguel Ángel Pichetto.

Luego de coquetear con el ala de los “halcones” amarillos de Patricia Bullrich para disputar desde ese espacio una fórmula para la gobernación en las elecciones del año pasado, el hoy senador provincial por LLA en la Primera sección hasta el 2025 cerró filas con Javier Milei. Había sido uno de los primeros que, luego del mazazo electoral que sufrió el PRO, planteó la necesidad de ir hacia un entendimiento con el sector liberal “libertario”.

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Esta alianza propició el desmembramiento de su monobloque Derecha Popular, que terminó abandonando para sumarse al mileismo provincial junto a la multifacética Florencia Arietto y al exconcejal por el PRO en Esteban Echeverría Carlos Curestis, que reemplaza al armador de LLA Sebastián Pareja, hoy subsecretario de Integración Socio Urbana. El Presidente los había recibido en la Casa Rosada a los tres legisladores para brindarles su apoyo.

También le valió asegurarse a algunos laderos propios en la gestión de Capital Humano, además de su hermano Pablo, y también en otras áreas, como es el caso de Rodrigo Aybar, actual secretario de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda, dependiente del Ministerio de Economía que comanda Luis “Toto” Caputo.

El Gobierno pierde sin los De la Torre unos aliados de peso para el armado territorial con vistas a las elecciones del año que viene, en un complejo momento marcado por la recesión económica. Para las aspiraciones del Poder Ejecutivo tener un buen desempeño en la Primera y en la Tercera sección electoral es vital.

Es por eso que, junto con el intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela, los hermanos de San Miguel eran bastiones claves. Ya no están más. Efectos colaterales de los escándalos que arrastra Pettovello.