Si algo caracteriza a las dos figuras que marcaron la grieta de la política argentina durante los últimos 20 años, hasta la irrupción de La Libertad Avanza (LLA), es que nunca hay que darlos por muertos. Pasa con Cristina Fernández de Kirchner, y pasa también con Mauricio Macri.

El presidente del PRO a nivel nacional había quedado desdibujado a pesar de que había sido una pieza fundamental para que Javier Milei ganara las elecciones y, durante todo el primer año de mandato “libertario”, para que el Gobierno pudiera llevar adelante su plan económico de ajuste.

Pero Macri sigue empecinado con una doble tarea para que la Argentina asegure su “cambio” de rumbo: desgastar al Presidente y generar las condiciones para que sea su gente la que lo rodee, corriendo al entorno presidencial, principalmente a Karina Milei y al asesor todo terreno Santiago Caputo, las otras dos puntas de un Triángulo de Hierro desgastado.

El enojo de Macri con la hermana del jefe de Estado y Secretaria General de la Presidencia viene acumulándose desde hace meses. Se la indica como la responsable por haber cerrado todos los canales de diálogo y de acuerdo entre las cúpulas de los dos principales partidos de la derecha nacional.

Siempre fue Milei el más benevolente de los dos hermanos con el exmandatario y nunca cerró las puertas para una alianza. Pero en el entorno más íntimo de los Milei coincidían en que las condiciones las imponían ellos y no el PRO, avalados por las encuestas y la mala imagen que arrastra Macri.

Macri huele sangre

Pero ese panorama, para el exjefe de Estado, cambióMacri y mostró los dientes esta semana, queriendo distanciarse lo más posible del Gobierno. Hizo fuertes declaraciones pidiendo que el caso se investigue a fondo por parte de la justicia argentina, para evitar que recale en tribunales internacionales o en el FBI. Pero su blanco siempre es “el entorno” presidencial y no Milei.

“Lamentablemente lo que hemos visto es un presidente descuidado y mal rodeado. Yo no dudo de su honestidad, yo tuve una relación personal de afecto con él, que la verdad que es muy linda, pero tiene que rodearse mejor”, disparó esta semana en su primera aparición piblica, en el Centro de Convenciones Metropolitano de Santa Fe, después del Criptogate.

“Claramente ha quedado en el medio de una situación que ha sido una estafa para mucha gente y con lo cual esto amerita una investigación seria para intentar entender qué es lo que pasó, por qué pasó”, aseveró.

Es que Macri, rápido de reflejos, huele que el Gobierno quedó debilitado tras desatarse el escándalo de estafa nacional e internacional de la criptomoneda $LIBRA, por la que aún no se terminan de medir las consecuencias políticas que sufrirá.

Pero casi la totalidad de los miembros del partido amarillo en el Senado jugaron en el sentido contrario, bloqueando la posibilidad de que el Congreso investigue la estafaCon la venia del radicalismo “con peluca”, los bloques provinciales, y, como se esperaba, del PRO, quedaron desterradas las posibilidades de que el Senado conformase una comisión investigadora que obligara a los funcionarios “libertarios” a desfilar por el Congreso intentando dar explicaciones.

Solo votó a favor de la comisión investigadora Guadalupe Tagliaferri, que responde al exalcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, que esta semana le declaró la guerra al Presidente, en un encontronazo en la red social X Twitter.

X de Horacio Rodríguez Larreta

Macri se rodea de un puñado de dirigentes de su extrema confianza como Darío Nieto, Martin Yeza y Fernando de Andreis. Ni bien se desató el escándalo cripto, había recogido las críticas de Nieto a la administración nacional y se hizo eco de ellas. A eso le siguió el comunicado partidario en el que  mantuvieron esa “preocupación” por la pérdida de “credibilidad del país y la responsabilidad del entorno que rodea a la figura presidencial”.

Es por eso que no se apura para concretar las listas en un hipotético escenario de acuerdo entre el PRO y LLA en la Provincia de Buenos Aires. Hasta hace solo unos días, Macri no podía contener a su tropa para que no pegaran el salto al partido violeta para competir en el distrito que comanda Axel Kicillof, con el último caso de Néstor Grindetti que dejó el gobierno de la Ciudad para volver a cruzar el Riachuelo.

Pero con este “cachetazo” que sufrió el Gobierno, ese proceso bajó varios cambios. El expresidente no quiere “regalar” al partido sin establecer condiciones más favorables. Esto quedó a las claras cuando esta semana se reunió la cúpula del PRO bonaerense.

Con la mediación del presidente del cuerpo Cristian Ritondo, fueron los intendentes Soledad Martínez y Pablo Petracca, junto con la diputada nacional Silvia Lospennato, los que se plantaron por la autonomía del partido. En la vereda de enfrente quedaron los hipotéticos conversos hacia LLA: los intendentes Guillermo Montenegro y Ramón Lanús, y el diputado nacional Diego Santilli.

Macri huele sangre

EL TRASFONDO DE LA POLITICA, LOS NEGOCIOS

Sabiendo cómo viene jugando Macri desde el viernes pasado cuando se desató el escándalo $LIBRA, el Poder Ejecutivo no se quedó atrás y quiso dejar al descubierto la influencia del expresidente por la fallida licitación de la Vía Navegable Troncal (Hidrovía Paraguay–Paraná), por donde navega el 80 por ciento de las exportaciones argentinas.

En medio de un ambiente tenso en la Cámara de Diputados, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) Iñaki Arreseygor cargó duro: “Fuimos testigos de una operación sin precedentes orquestada, lamentablemente, desde equipos técnicos que supieron ser parte del gobierno (...) El ex ministro de Guillermo Dietrich, el ex presidente Mauricio Macri”.

En el Gobierno no ocultan su bronca de haber tenido que dar de baja la licitación debido a que solo se presentó DEME, una compañía de infraestructura de origen belga a la que, durante todo el proceso adjudicatario, se la había denunciado por maniobras de direccionamiento.

Arreseygor planteó que hubo “una orquesta de medios, de exfuncionarios y de miembros de la política, que se coordinaron entre todos para que este procedimiento licitatorio se cayera”, durante la sesión de la Comisión de Transportes de la Cámara, encargada de monitorear el mantenimiento, modernización y ampliación de la Hidrovía.

La guerra declarada entre Macri y Santiago Caputo por este tema había recalado cuando a finales de noviembre se había caído la posibilidad de debatir el sagrado tema anticorrupción de la agenda PRO con Ficha Limpia. Ante el desplante de LLA, y el comunicado duro del PRO en respuesta a la falta de apoyo del oficialismo, desde el ala del asesor estrella- sin cargo habían sido categóricos: “Mauricio, por décima vez: No te vamos a dar la Hidrovía”.

X de Las Fuerzas del Cielo

Anoche Macri fue un paso más y le contestó a un Caputo que viene atravesando una de sus peores semanas. Trató de “impresentable” al asesor sin cargo y disparó: “Fracasó la licitación, la única que hicieron en un año y medio, por intentar que no haya competencia. Ellos tienen que explicar por qué fracasó, él es el único responsable de haber constituido esa comisión oscura, con un pliego oscuro que evita la competencia”.

El expresidente aseguró que le contestará a Caputo la semana que viene. Macri sostuvo que es él “quien está detrás de esa comisión trucha que se armó para la Hidrovía, y manda a contestar a uno de los impresentables que integra esa comisión, a acusarnos a nosotros de algo en lo que ellos fallaron”.

La novela promete dar más capítulos de idas y vueltas, pero algo quedó claro. Macri está feliz. Aún le queda cuerda política y capacidad de daño.