Mientras el presidente argentino y el ministro de Economía repiten en los medios que el país se encuentra en una franca recuperación económica, la realidad no para de mostrar algo totalmente diferente. Empresas que se van del país, despidos cotidianos, caída de la actividad económica y del consumo marcan el pulso de la Argentina de Milei.

Este miércoles se conoció que Acindar, una de las principales plantas de acero del país, avanzará con la suspensión de unos 970 trabajadores hasta fines del 2025, producto de las caídas en la producción y los aranceles que EEUU anunció a las importaciones de acero, que complicarán aún más la situación en el sector.

La decisión fue acordada junto a la seccional Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que manifestó que la resolución fue la salida posible para evitar despidos masivos. Los trabajadores suspendidos cobrarían el 80% del salario de febrero, el 78% en marzo, y el 75% desde abril a diciembre de 2025.

La UOM se encuentra en pleno proceso de paritarias con la Cámara del Acero, en un contexto muy complejo en el que la actividad económica no repunta y el Gobierno nacional no ofrece ninguna medida que favorezca a la industria y la producción.