Volvía corriendo del trabajo para garantizar la vida saludable que uno intenta ejercer. Corría por la calle Pedro de Mendoza, por el Camino de Sirga (el camino que rodea al Riachuelo). He corrido desde hace 25  años por ese lugar, me crucé/o con vecinos y nunca me aconteció nada. Al llegar a Pedro de Mendoza y casi las vías (casi enfrente de Barraca Peña), aparecieron un grupo de tres adolescentes, que después terminaron siendo cuatro. Los vi, pero no me llamaron la atención, siempre hay gente aprovechando la vera del Río. Al acercarme a los tres, se suma otro que estaba oculto tras un arbusto, y me exigen que me pare, que les de lo que tenía. Yo seguí corriendo y les hice gesto que no tenía nada. Medio que los increpé y se acobardaron, pero el más chico (no se si en edad o solo en estatura) saca una pistola (que imaginé de plástico, pero no quise arriesgar), les di mi celular, la gorra de mi sindicato y mis auriculares para correr. Claramente no eran profesionales, eran niños/jóvenes haciendo una picardía. No se preocuparon ni por mi reloj (algo sofisticado, algo caro) y mi billetera. No lograron atemorizarme, y por momentos ellos se aterrorizaron de los gestos de reacción mía. Seguí corriendo por Pedro de Mendoza, pasando el puente de hierro, por el que atraviesa el tren de carga, que cruzando Avellaneda parte en dos la Villa Tranquila. Pasando dos calles, veo que hay una 4x4 de la policía, le cuento que me robaron entonces arranca la camioneta para Pedro de Mendoza y dobla en la siguiente (no sé si es Álvar Núñez) para meterse en barrio chino (así se llama esa parte del barrio de La Boca). Me di vuelta y volví corriendo sobre mis pasos, hasta Irala, ya no había rastro de los pibes, pero si había por lo menos tres o cuatro patrulleros dando vueltas por el barrio. El sonido de las sirenas monopolizaba el aire de esa zona y pensé que sería de esos cuatro pibes. Pensé en que quizás una picardía y/o muestra de rebeldía podía transformarse en una vida sin destino. En el caso de los pibes, me pareció una picardía, se reían, estaban nerviosos. Me hizo acordar cuando de adolescente desde la terraza de casa, le tiramos piedras al patio del vecino que tenía botellas, era una picardía tonta. Pero en ese hecho no elegimos ser siempre tiradores de piedra, sino una tontería de cuando uno aprende a vivir. En el caso de estos jóvenes, no eligen ser eso qué fueron, por esta vez, y quizás ni siquiera vuelven a hacerlo. Esta sociedad que nos toca, inmediatista, que quiere obtener todo ya, que quiere riquezas sin esfuerzo, ese modelo que drena desde arriba a los de abajo, los que tienen el poder político de la Argentina hoy, y a los que representan el poder económico, no pueden proponerles nada a los pibes de la Barraca Peña. Por otro lado pensaba en mucha gente que me rodea y piensa que encerrando a un pibe a los 15 años se resuelve algo, digo 15 pero podría ser 14. Es cierto que apuntaron con una pistola…Hay que ver cómo se genera una reacción en esos pibes, que les haga cambiar el rumbo. Pero solo el esquema represivo que propone el gobierno de la Ciudad y/o el ministerio de seguridad nacional, no resuelve el problema de millones de jóvenes con carencia de proyecto de vida.

LA ESTAFA

El día 14 de Febrero, el Presidente cuelga una propuesta de inversión para la Argentina. Una cripto (o memecoin o como lo llamen) para ayudar a las PyMEs y a la producción argentina. Una de las pocas veces que el concepto Pymes pasa por una intervención de Javier Milei. No como la palabra Mercado que le hemos escuchado en cansadas oportunidades. Para el Presidente, el Mercado (concepto abstracto si los hay) resuelve todo. Bueno el “Mercado” resolvió hacer subir la cripto moneda promocionada por el Presidente y luego resolvió hacerla bajar brutalmente. ¿Por qué? Porque como en casi todos los mercados en nuestra época, cuatro o cinco actores tienen el control. Participaron muchos pero el control estuvo siempre en manos de tres o cuatro. Mientras tanto, todos creemos que participamos y que decimos nuestro destino, como los que compraron al instante de ver el tweet del Presidente- Así, muchos intentaron; algunos por apostar, otros por especular, otros porque son ciegos seguidores del Presidente. Pero, finalmente se beneficiaron los socios del Presidente. En este caso, el sujeto camina con su celular, mira el Twitter de Milei, aprieta el link e invierte. No le parece que fuera nada violento, nada terrible, no hay armas, ni forcejeos pero hay un robo, hay una estafa. En una sociedad donde el Presidente actúa asi… ¿Por qué los pibes de Barraca Peña van a actuar de otra manera? Si el Presidente participa de tamaña estafa  desde las alturas del poder ejecutivo, acompañado por parte del legislativo y el judicial, si una parte del poder económico aún apuesta por el gobierno… ¿Por qué otros no van a buscar formas de sobrevivir iguales, a costa del esfuerzo de los otros? Como decía un compañero: como el pez, las sociedades se pudren por la cabeza.

EL SAQUEO

Como diría Rodolfo Walsh en su carta a las juntas de 77, no importa qué parte del gobierno sea estafador, o que cobre las reuniones con el presidente, o que reciba algún que “otro incentivo” por favorecer algunos negocios, lo más grave de este Gobierno es la transferencia de riqueza del sector más concentrado y extranjerizado de la economía en detrimento de los sectores populares, que día a día, están más complicados para vivir. Aumenta todo, pierden su trabajo, pierden la salud, pierden educación, no pueden pagar el alquiler, el traslado diario pasó a ser un costo central en su canasta. El modelo de sociedad que el Presidente proyecta es el de la inmediatez, de hacer la guita cuanto antes y como sea. Un consumismo berreta es lo que llaman “batalla cultural” inculcando a la sociedad y principalmente a nuestros jóvenes, a salvarse cuanto antes. Apuestas, “educación financiera” en ninguno de los conceptos se contempla la noción de  esfuerzo para salir adelante. Por eso, el Presidente también reivindicaba a la mafia, como organización paraestatal. Quien dice mafia, dice narcotráfico, que crece como poderío económico en la argentina desregulada y con Estado desfinanciado. Y bueno entre lo que pasa y lo que promete, entre lo que están viviendo los millones de argentinos y lo que fantasea el Presidente, en algún momento la cosa se pone densa y difícil. A la violencia social, se suma la inseguridad de millones de argentinos que se caen al costado del camino, la mayoría son niños, jóvenes y adultos mayores. Nada podrá ser igual en nuestra Argentina, y cada día será más difícil. A medida que el gobierno liberalista avanza, las mayorías padecen de un proceso irreparable .

INSEGURIDAD

En este apartado solo remarcar el dolor profundo que significa el homicidio en situación de robo de la niña de 7 años Kim en La Plata. Todo lo que se pueda decir del hecho a una familia destruida, nunca será suficiente. Nada, absolutamente nada en lo inmediato podrá apaciguar el dolor y la bronca de sus familiares y amigos. Dicho esto, qué puede decir la Ministra de Seguridad y/o el Presidente y su comitiva de ese hecho, sin violentar la verdad, si decir una parte y ocultando otra. Sin presupuesto para seguridad, para educación, para salud, para contención alimentaria de aquellos que caen fuera del mapa, no habrá justicia. Otro tanto nuestro sistema judicial, nuestro eterno y monárquico sistema judicial, que además de estar desfinanciado (hay que decir todo) tiene una insensibilidad a la hora de reclamar y de defender a los desahuciados, pero a la vez tiene una facilidad para optar políticamente por aquellos más beneficiados (en términos económicos) de esta sociedad.