La República aMANSILLAda por un gobierno desproLIJO
El sueño del Presidente y de Mansilla se apagó en 30 días
La zaga comenzó con algunas dificultades, el Poder Ejecutivo a días del comienzo de las sesiones ordinarias, el 25 de marzo, nombró por decreto a dos miembros de la Corte Suprema de Justicia, Está contemplado por la Constitución Nacional (art. 99 inc. 19), pero no parece muy prolijo.
Acto seguido, uno de los nombrados, Ariel Lijo; se negó a renunciar a su cargo de base (Juez Federal) por tanto no pudo asumir, prefirió esperar el pliego. Mientras que Manuel García Mansilla, quien en su tesis de doctorado habla de “La crisis de separación de poderes. El caso argentino”, en donde repudia el uso excesivo de los Decretos, no tuvo problemas de jurar ante la Corte; y los cortesanos, tomarle juramento. García Mansilla iba a estar hasta el 30 de noviembre.
El sueño del Presidente y de Mansilla se apagó en 30 días. El senado rechazó con 51 votos por la oposición y 20 por la positiva, en el caso de García Mansilla y Ariel Lijo 43 votos positivos contra 27 afirmativos y una abstención. El quorum fue posible por los 32 senadores Frente de Todos, además de legisladores radicales como Martín Lousteau y Pablo Blanco, los macristas Victoria Huala y Alfredo de Angeli, y el ex libertario Francisco Paoltroni.
Toda la película culminó con la renuncia de Manuel García Mansilla, demostrando un enojo superlativo al Senado “La inacción, la indolencia y el desprecio por la independencia del Poder Judicial... es francamente escandalosa”, afirmó en su renuncia. Empezó la carta como Juez, la culminó como ciudadano. El destino parecía estar prefijado desde el inicio. Los nombramientos por Decreto de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, pueden resultar constitucionales, pero poco Republicano. El Decreto se pareció más a una picardía criolla, que una acción de gobierno. Seis días antes de las sesiones ordinarias, moja la oreja del otro poder.
También los dos jueces tuvieron mala suerte, los pliegos fueron discutidos en un año impar, es decir electoral. El debate en torno a la idoneidad y formas de los candidatos a la Corte, se entremezclaba y empañaba con el cierre de alianzas electorales y candidaturas.
La estrategia del Presidente de ir por todo en el distrito en donde nació, creció y se multiplicó el PRO, le está costando y le costará algunos traspiés en el Poder Legislativo. Los primos Macri intentarán generar un importante daño a la figura presidencial. El crecimiento de Milei es directamente proporcional a la caída del partido de los globos amarillos. Así que la supervivencia con respiración asistida es más importante que el republicanismo en sangre.
El peronismo, a quien le interesa tanto la separación de poderes como a la izquierda troskista gobernar el país, estaban especulando en acordar un nombre propio en la Corte Suprema de Justicia.
Lo que está de fondo son dos cosas: por un lado la imposibilidad de acuerdos en torno a este tema por impericia del gobierno y especulación de la oposición, pero también lo que está fracasando es LA POLÍTICA con todas las letras. La “rosca” en palabras de Monzó. Hasta el momento el gobierno había tenido relativo éxito en esta materia. Sin mayoría en las Cámaras, y sin legisladores de fuste, pudieron avanzar en varios objetivos. Éste no fue el caso. Sin dudas, el año electoral prima por sobre la República. Lo urgente retrasa a lo importante.