El impacto del ajuste libertario en el empleo en el sector público es conocido y, en lo que respecta al Gobierno Nacional, festejado, pese a la precariedad y el abandono en el que ha sumido a decenas de miles de trabajadores. Mas poco resuena lo que ocurre en el mundo privado, donde las cifras son igual de amargas y tienen su epicentro en la Provincia de Buenos Aires, según informó hoy con preocupación la propia gobernación de Axel Kicillof: la Era Milei ya destruyó más de 110 mil puestos laborales en todo el país.

Es como un tobogán, un marcado derrumbe desde el día uno. El gráfico presenta una línea que se hunde sin fondo en un incierto futuro recortado con orgullo por la motosierra de La Libertad Avanza. En los primeros cinco meses de mandato del presidente Javier Milei, un total de 111.600 trabajadores han perdido sus empleos en el sector privado; de ellos, unos 46.156 pertenecen a la Provincia de Buenos Aires, que presenta el peor panorama entre los distritos del territorio argentino fruto del intempestivo ajuste.

“Desde que asumió el Gobierno Nacional, el empleo privado registrado no para de caer. Entre diciembre y abril se perdieron más de 111.600 puestos en todo el país y 46.000 en Buenos Aires. Por su perfil productivo, la Provincia es la más afectada: explica 4 de cada 10 puestos destruidos”, precisó este lunes el ministro de Economía bonaerense Pablo López en un crudo mensaje construido a partir del relevamiento del desempleo en la Era Milei, uno de los indicadores más alarmantes en este tiempo de crisis.

X de Pablo J. López

Y esta crisis no se trata, para peor, de una situación excepcional correspondiente a uno o algunos rubros económicos. Lejos de ello, la recesión y la ola de desocupación que provoca son generalizadas y atacan donde más duele: “Los sectores nodales del mercado interno lideran la caída general. Desde diciembre, la construcción expulsó a 64.200 y la industria, a 18.400 asalariados registrados. Sin embargo, no son los únicos sectores afectados: 11 de los 14 segmentos productivos están retrocediendo”.

El Gobierno Nacional licúa ingresos, achica el mercado interno y expulsa mano de obra, deteriorando la calidad de vida de millones de argentinos y argentinas. Es necesario cambiar el rumbo y recuperar un modelo que anteponga el bienestar social, el trabajo y la producción”, concluyó López en defensa de la gestión de Kicillof en la Provincia, principal bastión de resistencia política frente a la administración de Milei. Mientras tanto, las luces rojas se multiplican y se vuelven cada vez más incandescentes.