La bronca de Milei con “el chileno del FMI” que define el préstamo para la Argentina y tiene afinidad con Sturzenegger

Si a nivel local el presidente Javier Milei acusa de todos los males del Gobierno, que ya cumplió un octavo de su mandato, a la “casta” política, a los periodistas y a los economistas que podrían ser más afines a sus ideas, pero objetan la “calidad” del ajustazo, el nuevo capítulo es el de las acusaciones contra jugadores internacionales.  

Los artilugios discursivos de Milei, cuando no se basan en la incompetencia de sus detractores o falta de “honestidad intelectual”, y quiere asestar un embate más fuerte, es tildar a sus contrincantes de estará asociados a la izquierda mundial. Y en esta oportunidad, se las agarró contra un “pez gordo” del Fondo Monetario Internacional.

Y esto se produce en medio del tironeo entre el FMI y el Gobierno para que el organismo de crédito dé la venia para un desembolso que les permita a Milei y a su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ir a fondo con la apertura del cepo cambiario.  

Caputo toma como referencia los 13 mil millones de dólares que el FMI no le giró al gobierno de Mauricio Macri, del que él formaba parte, que originalmente era de 57 mil millones de dólares. Una vez asumido el gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el Estado desistió de tomar el resto de esa deuda que la administración “libertaria” buscar reflotar.

Acumular entre 10 mil y 15 mil millones de dólares es la meta que tiene el tándem Milei- Caputo para poder abrir el cepo y unificar los distintos de cambio, entre ellos, el dólar blend que significa para los exportadores un 80 por ciento de liquidación de divisas al dólar oficial y un 20 por ciento en el mercado del contado con liquidación.  

Para el analista económico Fabián Medina, que la administración “libertaria” logre esta extensión del préstamo significaría que dólar estaría alrededor de los $2500, mientras que “los mercados” apuntan a una divisa a $1250 y el Gobierno quiere mantenerlo para lo que resta del año por encima de los $1000. “De los $800 que devaluó el 12 de diciembre a hoy que está $900, el FMI quiere que se lleve el dólar oficial a los $1.800 y después seguir la inflación”, señaló en Canal E.

El quid de la cuestión es siempre la misma: el Fondo conoce a Caputo de hace años, y prevén que, lejos de fortalecer las reservas del Banco Central, o de usar ese dinero para volver a pagarle al organismo, el ministro de Economía tendrá poder de fuego para mantener la divisa a raya. En 2018 había usado el dinero para intervenir contra el dólar paralelo en medio de la corrida que afectó de muerte las aspiraciones de reelección para Macri.

La consultora Equilibra, que encabeza el economista Martin Rapetti, enumeró las disposiciones entre líneas que flotan de las “recomendaciones” del Fondo para la Argentina en su documento de 110 páginas de balance de la octava revisión del Acuerdo de Facilidades extendidas:

-La eliminación del blend cambiario (80% al TC oficial y 20% al CCL) en junio de 2024;

-la presentación de un plan para eliminar gradualmente el cepo cambiario en julio de 2024;

-la presentación del Presupuesto 2025 en septiembre de 2024;

-la preparación de un borrador de reforma tributaria en octubre de 2024; 

-la eliminación del impuesto PAIS en diciembre de 2024.

Pero lo más sustancioso es el imperativo que subyace del texto sobre una futura próxima devaluación y la necesidad de mantener tasas de interés que superen a la inflación.

Con respecto al primer punto, desde que Equilbra plantean que el FMI apunta a un tipo de cambio oficial en torno a $ 1.150; es decir, cerca de un 30% más alto que el valor actual.

“El Messi de las Finanzas”, como lo había catalogado Macri, sabe que otro fogonazo inflacionario al calor de una megadevaluación, como la diciembre pasado, sería un golpe político durísimo para el oficialismo, que no tiene ningún numero positivo al que aferrarse en la economía real.

Al aumento en el primer trimestre de 11 puntos de la pobreza y 4 de la indigencia (según la UCA), las nuevas cifras del INDEC relevan una caída en el nivel de actividad para el primer trimestre del 5,1 por ciento, respecto al mismo período del año anterior, y de 2,6%, con respecto al cierre del 2023.

Además se indica que la formación bruta de capital fijo (FBCF, es decir las inversiones, tuvieron un descenso interanual del 23,4 por ciento, considerando la comparación con el primer trimestre del 2023. Por otra parte, la tasa de desempleo llegó en el primer trimestre de este 2024 al 7,7%, lo que significa 1.1 millones de desocupados, un incremento de 2 puntos en relación al dato del último trimestre de 2023.

VIEJOS “ZURDOS” CONOCIDOS

Milei se la agarró con una autoridad fuerte del Fondo, en su intento furibundo para destrabar el nuevo préstamo con el organismo. Se trata del director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, el chileno Rodrigo Valdés, considerado cercano a la figura desreguladora del equipo del presidente, Federico Sturzenegger.

Valdés forma parte del equipo de técnicos que tiene el Fondo y es quien representa a la Argentina y otros países de América Latina en el Board de la entidad crediticia, por lo que su aprobación resulta fundamental para nuevos desembolsos del organismo hacia la Argentina.

El chileno es sindicado como muy afín a la actual titular del FMI, la búlgara Kristalina Georgeva y antes de llegar al Fondo había sido ministro de Hacienda de Michelle Bachelet y presidente de la junta directiva y del comité ejecutivo del Banco Estado. Trabajó como economista jefe de la Región Andina y Argentina en el banco de inversiones BTG Pactual.

Milei vincula a Valdés con la confección de unos instrumentos financieros denominados puts, que son herramientas de endeudamiento a corto plazo, que funcionan como seguro de cambio para el Banco Central, ya que ese seguro de liquidez se le entrega a los bancos para tentarlos a comprar bonos.

“Para que no quedara reflejada en el balance del Banco Central, se les entregó (a las entidades bancarias) unos puts por lo que en el balance figura el valor de los puts que están para ser ejercidos. Estamos hablando de cuatro puntos del PBI. No sólo es responsabilidad del gobierno anterior, sino de un técnico del FMI que hizo la vista gorda con esto, alguno con vínculos con el foro de San Pablo”, planteó el jefe de Estado, que no quiso dar develar el nombre Valdés durante una entrevista radial.

La relación de Valdés con Sturzenegger, señalado por Milei como uno de los “mejores economistas del planeta”, y que puja hace semanas por un espacio ministerial en el Gabinete de La Libertad Avanza, comienza en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde compartieron a su director de tesis.

Esta ligazón es un dato inquietante para Caputo, enemistado con el exladero de Domingo Felipe Cavallo, al que varios economistas ligados a Milei indican que se le acaba su tiempo como ministro.

Cuando Valdés llegó al FMI el año pasado, en la previa a la campaña presidencial tuvo roces y altercados con el gobierno del Frente de Todos, y con el ministro de Economía y candidato Sergio Massa, en particular. Se apunta que Valdés fue quien ordenaba una devaluación del 100 por ciento y un severo ajuste de las metas fiscales, lo que generó rispideces con el tigrense.   

Lo que Milei omitió, por los motivos que fueran, es que cuando se armaron los puts no estaba Valdés al frente de la dirección del Hemisferio Occidental del FMI, sino su antecesor que ahora es el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el brasilero bolsonarista Ilan Goldfhan, exgobernador del Banco Central do Brasil (BCB).

Los antecedentes de Valdés lejos están de la izquierda internacional.